Por Margarito Molina y Karina Rivero
La cultura es un proceso en el cual los grupos sociales y los individuos no deben ser observados como portadores mecánicos de formas y pensamientos heredados. De acuerdo con sus vivencias y realidades cambiantes, le dan nuevas valencias y valoraciones donde toman prestados elementos que mejor expresan sus intereses o que incluso crean formas totalmente distintas para responder a nuevas circunstancias.
En ocasiones, estas formas distintas son impulsadas por factores económicos y las vertiginosas comunicaciones cibernéticas y por eso, explicar las nuevas formas culturales debe realizarse en contextos amplios. Hay una reorganización de las experiencias culturales que desterritorializa algunas expresiones haciéndolas más urbanas y “modernas”: la cultura popular realiza estas apropiaciones permitiendo un acercamiento a la línea de la hibridación, sin que ello deba sorprendernos.
Los individuos y grupos crean, recrean, adoptan, adaptan, desechan o retienen elementos de acuerdo a las situaciones a los que se enfrentan. Por ello, la cultura es vivída de diferente forma según la generación, el género, la clase y la etnia, reconociendo que los actores sociales, como Jesús Cristóbal Pat Chable -Pat Boy-, son protagonistas en estos procesos culturales.
Cada vez son menos las personas que perciben a la cultura como un arcón de objetos antiguos, estáticos, nostálgicos y omnipresentes.
El caso de Pat Boy y su propuesta musical, es ejemplo de los intercambios culturales generalizados que se dan en el mundo posmoderno. Lo importante de este caso es que el joven cantante utiliza un género surgido en Nueva York en los años sesenta del siglo pasado, en la comunidad negra de South Bronx, para transmitir interesantes mensajes en su lengua originaria; esto es lo valioso. Ritmo de rap y rima en lengua maya es la propuesta.
Jesús Pat nació en el poblado maya de José María Pino Suárez, asentamiento de campesinos que emigraron de San José Primero, lugar este que fue fundado por rebeldes que abandonaron en 1901 la ciudad sagrada de Noh Cah Santa Cruz Balam Nah (hoy Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo). Fue en diciembre de 1992 cuando Antonio y Anita vieron nacer a su segundo hijo, de un total de siete, a quien meses después llevaron al santuario de Tixcacal Guardia para ser bautizado por el sacerdote maya.
Pat Boy adquirió conocimientos y habilidades en su entorno cultural y en el sistema educativo formal. De niño acompañó a su padre en las labores de la milpa y de la selva; de esta manera conoció la existencia de los yumtsiloob y de los balamoob, Señores y dioses, así como todos sus rituales comunicativos. De su relación con la naturaleza, Jesús siempre trató de encontrar equilibrios y armonía: agradecía a la tierra y a la lluvia la buena cosecha de maíz, calabaza, ibes y frijol; a cambio de ello, nunca agredió a animal alguno de la selva: “no sé, no le he encontrado el chiste de matar a un animal. No…, desde mi niñez, nunca, nunca maté a un pájaro, ¿para qué quiere uno matar a un pobre animalito?”.
En su poblado natal y en el vecino asentamiento de Señor cursó su educación primaria y secundaria. Siendo estudiante, conoció a través de videos a raperos de Estados Unidos, a quienes comenzó a imitar en sus vestimentas y en sus movimientos. Bajo esa influencia formó con algunos amigos el grupo Viernes 13 con quienes recreaban el hip hop: “éramos pobres, pero nos vestíamos con estilo: tenis blancos, playeras… Íbamos a Playa del Carmen para conseguirlos”.
Pero de quien tiene la influencia musical definitiva es de su hermano Alfredo. Fue él quien primero salió del poblado y regresó con discos, nombres y un equipo de sonido. Alfredo cantaba y hasta adquirió el nombre artístico APCH, El aldeano.
Sin embargo, los videos y discos de hip hop fueron sólo adminículos tecnológicos que motivaron a Pat Boy para traducir mucho de su cultura en su propia lengua, el maya.
Pero Jesús Pat va incluso más allá de sus creaciones musicales. Utilizando las modernas plataformas de la comunicación, concretamente las llamadas redes sociales, Pat Chablé se muestra muy activo difundiendo su propuesta. Con cinco mil amigos en Facebook y ochocientos seguidores de su página oficial, Pat Boy mantiene comunicación con personas de Europa y de toda América. “Somos mayas ya evolucionados, los que quedamos después de la Guerra de Castas. Somos sus herederos, los que seguimos viviendo”.
La lengua y la música son un binomio para transmitir cultura y mantener la identidad. Así lo percibe y lo practica Pat Boy. La lengua maya utiliza al hip hop para establecer una interacción con los mayahablantes: ideas, sentimientos, memorias y valores son transmitidos a través de rítmicas ondas sonoras logrando un producto posmoderno que fomenta el patrimonio cultural intangible.
Pat Boy, el joven que no olvida los acordes de la maya pax (música ceremonial maya) que escuchaba en su infancia, ahora nos ofrece una selección de diez piezas musicales que vitalizan y salvaguardan su lengua.
Luego de dos años de trabajo -entre viajes al estudio de grabación en Xalapa, arreglos musicales, registros fotográficos, diseño y maquila-, el álbum Soy un máasewáal materializa un proyecto de promoción cultural realizado con apoyo del Programa de Desarrollo Cultural Maya, instancia que integra a la Secretaría de Educación y Cultura de Quintana Roo y a sus pares culturales de Yucatán, Campeche, Chiapas y la Dirección de Culturas Populares del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
Inscrito en la llamada música popular contemporánea indígena, el material discográfico contó con la dirección musical de Manuel Monforte y la colaboración de artistas como Andrés Jorgensen, Mauricio Palos y David Corona en el diseño y la fotografía.
Con Soy un máasewáal, Pat Boy reafirma quién es, de dónde viene; no se confunde, pero aprovecha “los recursos tecnológicos y los géneros que hoy escuchan los jóvenes para hablar directamente a la gente y decirles que, sin olvidar el pasado, debemos ver el futuro, pues todo evoluciona”. Con estas palabras y su propuesta, Pat Boy actúa por mantener la diversidad cultural, evita la pérdida de una lengua, evita que desaparezca un mundo.
Para mayores informes dirigirse en Facebook a: www.facebook.com/patboy.rapmaya o www.facebook.com/Pat-Boy y en Twitter a: @rapmaya
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