Si eres más bien el tipo equívoco y sombrío, estos son algunos lugares abandonados en México en donde podrás tomarte las mejores selfies o hacer una buena sesión de fotos con tus amigos más ‘darks’.

En nuestro país existe un gran número de pueblos, iglesias, haciendas, edificios o cines que han sido prácticamente olvidados pero sus historias sin duda perduran, pero tal vez esa sea su belleza o su atractivo.

Siniestros lugares abandonados en México en los que puedes tomarte una selfie 1

Iglesias sepultadas

México está repleto de iglesias con diversos estilos de arquitectura. Muchas de estas fueron hundidas para darle paso a la construcción de alguna presa en las ciudades para darle la vuelta a la página a los pueblos antiguos.

Una opción para ir a tomar algunas de las fotos más tenebrosas es la Parroquia de San Pedro Apóstol en Michoacán, en la cual Morelos ofrecía misa antes de que iniciara la Independencia. 

Si te das una vuelta por Chiapas, visita la Iglesia de Santiago en Quechula, la cual, sumergida por el Río Grijalva y la Presa Malpaso ofrecen a sus visitantes un paisaje poco común. No sucede muy a menudo, pero en muy raras ocasiones las ruinas de esta se ven, la última vez sucedió hace doce años y en el 2015.

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De igual forma, tenemos al poblado de San Juan Parangaricutiro enterrado bajo la lava petrificada debido a la erupción del volcán Patricutín que hizo que todo desapareciera a su paso aunque lo mágico es que una parte del templo de San Juan quedó al descubierto, spot ideal para tomarte una lúgubre selfie.

¿Alguna otra iglesia oculta? Tenemos a Padilla en Tamaulipas donde Agustín de Iturbide fue fusilado o la Parroquia y el pueblo de San Luis de las Peras en la Presa  Taxhimay en Villa del Carbón. También puedes dirigirte a Jalapa de Marqués en Oaxaca y de paso visitar su ciudad e increíbles playas escondidas a lo largo de toda la costa del Pacífico. Asimismo, en Tlalpujahua aún se asoma una torre enterrada por el deslave minero ocurrido a más de siete décadas.

Cines olvidados

Este tipo de lugar sigue de pie aunque sus luces permanezcan apagadas. Uno de estos es el Cine Ópera, ubicado en la colonia San Rafael, este mantiene sus musas de piedra, sus puertas, butacas y candelabro justo como en el pasado desde el siglo XX pero repleto de polvo e historia.

Otra opción es el Cine Orfeón, uno de los más grandes de la CDMX, por otro lado tienes como opción visitar también el Teatro Lírico en la calle República de Cuba en el Centro Histórico, el Cine Cosmos o el Continental.

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Pueblos Fantasma

¿Qué podría ser más tenebroso que un pueblo fantasma? Te recomendamos aventurarte hacia un pueblo fantasma para tomarte las mejores selfies de carácter oscuro. Los pueblos fantasmas, tal como relataba Juan Rulfo, son sitios pintorescos, llenos de gente que cuenta historias de las cuales nada nos puede garantizar su verdad.

Puedes dirigirte hacia la Hacienda de Santa Brígida en donde si después de tomar tus fotos deseas un momento de soledad y hasta vacío, te sentirás en el lugar correcto.

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Edificios fantasma

Es increíble ver cómo la Ciudad de México aloja una gran cantidad de edificios abandonados, ya sea por terremotos o porque están infestados, estos siempre alojan una gran cantidad de historias por los transeúntes o vecinos dignas de ser transmitidas generación tras generación y por qué no, de retomarlo en una fotografía siniestra.

Sólo por mencionar algunos, si no te ha venido alguno a la mente, tenemos al Condominio Insurgentes 300, un imponente edificio de aspecto descuidado y aunque recientemente fue pintado de color naranja con negro luce ideal para tomarte una selfie en contrapicada que muestre su majestuosidad.

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Por otro lado, en la colonia Doctores tenemos la Posada del Sol, un edificio pensado como hotel de lujo, el cual nunca fue inaugurado puesto a que la deuda lo obligó a su dueño a claudicar el proyecto que decidió comenzar en los años cuarenta.

Lleno de elementos artísticos, la Posada del Sol ha sido sede de algunas dependencias oficiales, pero después fue olvidado y vandalizado.

Ahora que ya sabes a dónde dirigirte, ¡que comience la sesión!

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