Por Nicolás Durán de la Sierra

Antes de comenzar el ligero trote de esta non columna, antes siquiera de pulir los cascabeles de la montura, ha de darse cabal respuesta a un casi ingenioso lector que inquiere sobre por qué El Escriba insinúa que a don Miguel de Cervantes Saavedra, le gustaba empinar el codo. “Aunque fuera devoto conspicuo de la sevillana taberna `’Las Escobas’, ello no basta para acusarlo de dipsómano”, regaña.

Razonable es el alegato del audaz lector, pero no del todo, pues el que narra no se basa en las consumiciones de vino del “Fénix de los Ingenios”, sino en el hecho innegable de que sólo a un literato adicto a los caldos de la uva, sobre todo si son de Valdepeñas, se le puede ocurrir poner a dos caballos a discutir en el prólogo de una de sus obras, como es el caso de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha:

“¿Es necedad amar?”, dice Babieca y Rocinante responde “No es gran prudencia”. “Metafísico estáis”, señala la mítica montura del Cid y el rocín del Quijote repone: “Es que no he comido*”. Sólo un amigo de Baco es capaz de tal desatino, ya que el Cantar del mío Cid data del S. XII y fue hasta el S. XV que Cervantes se sentó a escribir su gran obra, por lo que es increíble tal dialogo. Que los caballos hablen, pasa…

Para quienes objeten que el “Fénix de los Ingenios” no fue Cervantes sino Lope de Vega y Carpio se aclara que la sacra columna tiene el sacro derecho de poner a sus actores el alias que guste. Además, quien comenzó a decirle así fue el propio Cervantes, su vecino en el madrileño barrio de Las Trinitarias donde también vivían Quevedo y Luis de Góngora, el chaval de la aurea y secular camada.

Por cierto, metidos en aclaraciones, el pasado 20 de abril en diversos puntos de la ciudad y a lo largo de todo el día, se festejó a los pioneros de Cancún, a los pocos que aún quedan de la gesta que en 1970 iniciara el entonces presidente Luis Echeverría para crear, casi de la nada, este centro turístico. Cancún tiene hoy la madurez necesaria para hoy uno de los destinos vacacionales más importantes del mundo.

Muchos suponen que ese día se celebró la fundación de la ciudad, pero están en un error. La fundación de Cancún ocurrió el 10 de Agosto de 1971, por decreto presidencial. Para crear la ciudad, su zona hotelera, hubo de traerse gente de diversos Estados del país, tender carreteras, dar cobijo a ingenieros, arquitectos, técnicos varios y, claro, a millares de trabajadores de Yucatán y Campeche.

En el virreinato las ciudades se creaban por cédula real, como Mérida o Veracruz, por ejemplo, pero hoy se crean por decreto, que viene a ser el acta de nacimiento que les brinda presencia jurídica. El 20 se festejó, pues, a los pioneros que quedan. Bueno, a los afiliados a cualquiera de los dos grupos que hay. Uno, para evitar revolturas, recibe a los de huarache y el otro a los de zapato, que hay de pelajes a pelajes.

¿Por qué esta fecha…? Ni el Oráculo de Delfos lo sabe con exactitud. Unos dicen que porque tal día, hace 47 años atrás, inició el tenido de la Avenida Tulum; otros alegan que no, que es porque en esa día llegó la maquinaria pesada a Punta Sam y comenzaron los trabajos en forma. En realidad nadie sabe bien por qué, pero todos coinciden en que eso no resta valor alguno a la vecinal pachanga.

Dentro de los festejos, se destaca, la comuna de Benito Juárez, en el Parque de ‘Las Palapas’, recinto oficial, entregó a la Medalla al Mérito Ciudadano Sigfrido Paz Paredes a los deudos de Juan José Morales Barbosa, notable periodista y divulgador de la ciencia fallecido hace unos meses y quien fuera también pionero de la educación en Cancún y uno de los más recios defensores de los bienes de la ciudad.

Por decisión de El Minotauro, todo generoso él, por esta vez el Escriba dejará de lado su vis de Grinch, es decir del fosco personaje ideado por el escritor Theodor Seuss Geisel, autor de Cómo el Grinch robó la Navidad, y no hará referencia alguna, ni siquiera de manera tangencial, respecto del total y reverendo desmadre en que se ha convertido la festejada ciudad desde la llegada de la pandilla verde.

Es más, se evitará abordar el pasado atraco bancario en Cancún, raro no sólo en la ciudad sino en el país, pues habla de la existencia de un grupo delincuencial ajeno a los cárteles de las drogas o de una escisión de estos, o bien que se rompió el tácito pacto entre los narcos y los probos banqueros, que al mejor estilo HSBC se puede sintetizar se en un “si ustedes no nos asaltan, nosotros ponemos la lavandería”.

Por ello es que antes de tornar al ecuestre tema de inicio, iremos al vecino municipio Solidaridad, donde doña Cristina Torres, su alcaldesa, afronta los embates legales de Calizas Industriales del Carmen, empresa minera que quiere extender su zona de explotación hacia un predio de casi mil hectáreas de selva virgen ubicado dentro del territorio municipal, lo que alertó a los grupos ambientalistas.

Calica, disque filial de la estadunidense Vulcan Materials Company –Ingenieros Civiles Asociados, ICA, es propietaria de la empresa o, de menos, de la mayoría de sus acciones-, alega que tiene Autorización de Impacto Ambiental desde el 2000, con una vigencia de veinte años, y con base en ella es quiere explotar dicho predio. Empero, la autorización viola diversas leyes ambientales ahora vigentes.

Además, en el permiso dado hace 17 años no se informó de la existencia de cavernas y ríos subterráneos ni de que en la zona viven especies en peligro de extinción, como el jaguar. La Ley General de Vida Silvestre indica que la conservación del hábitat natural de la vida silvestre es de interés público, y por tanto está por encima de cualquier autorización.

Por añadidura, la existencia de ríos subterráneos y muy en especial del corredor hidrogeológico de Río Secreto se contempla en el Programa de Ordenamiento Ecológico, según el Círculo Espeleológico del Mayab y los Centinelas del Agua. Por si esto fuera poco, el predio se encuentra dentro del Gran Acuífero Maya, el reservorio de agua potable más importante de la Península de Yucatán y uno de los mayores del país.

Razones de mucho peso ambiental existen para frenar la desaparicion de estas casi mil hectáreas de selva virgen, pero Calica tiene grandes recursos para acallar oposiciones y bien conocido es el refrán que dice que “poderoso caballero es don dinero”, por lo que habrá que seguir de cerca el proceso legal que comienza. “La mula no era arisca…”, señala otro popular adagio, aunque no de tan noble cuna como el primero.

Ya que el refrán al que se hace alude es nada menos que de Francisco de Quevedo y Villegas, otra vez estamos en la miga de la columna. Como cortesía, va aquí la primera estrofa de la letrilla escrita en el S. XVI: Madre, yo al oro me humillo, / él es mi amante y mi amado, / pues de puro enamorado / anda continuo amarillo. / Que pues doblón o sencillo /hace todo cuanto quiero, /Poderoso caballero /Es don Dinero.

¡Pero, alto…! En la entrega anterior se dijo que se daría glosa de la centenaria Sevilla de “Las Escobas”, de Colón y los hermanos Pinzones: Martín Alonso, Vicente Yáñez Pinzón y Francisco Martín Pinzón, que de ningún modo eran una bola de cabrestos y no fueron a Calcuta a buscar frutas de ningún tipo, como dice insidiosa tonadilla atribuida a un tal Horacio Fontova, para más señas argentino.

Los tres eran marinos expertos y los dos primeros fueron capitanes de las carabelas ‘La Pinta’ y ‘La Niña’, en tanto que el otro era el contramaestre de ‘La Santamaría’, las naves del descubrimiento de América para los españoles. Vale decir que Yáñez Pinzón, el más ducho de ellos, fue el descubridor para la corona hispana de las tierras de Brasil, aunque fueron los portugueses los que saquearon al país de la samba.

Por fin ya de vuelta a Sevilla y a la taberna ‘Las Escobas’, donde seguro los Pinzones y Colón tuvieron cabida, se debe informar que la troupe de Creta se apresta para el concurso de fabadas aunque –eso sí- sin prisas, que esas son malas para la salú. Mientras el Héroe espera que le pongan mesa en la centenaria cantina, Benito Taibo reposa en céntrico hotel próximo la Catedral de Sevilla.

En una de las paredes pared de “Las Escobas”, sobre una base de pulida madera, puede leerse el poema que en 1886 compusiera el poeta Fernando de los Ríos en honor al añejo establecimiento y cuyos primeros versos dicen: “Eres decana en Sevilla, /Taberna de las Escobas, /pues ya cerca de seis siglos,/ con sus nieves te corona”. Inspirado el compadre de Federico García Lorca, ni duda cabe.

En virtud de que este mesón de tinta y papel se cierra y deja para la siguiente entrega la glosa de la competición y algunas noticias sobre don Fernando de los Ríos, a guisa de adiós se informa que tanto Marilyn Calipigia como Ariadna, enfundadas en ceñido traje andaluz, se divierten partiendo plaza por la Torre del Oro, corazón del Guadalquivir.

Share.

About Author