Los influencers empiezan a pagar las consecuencias del viaje que provocó el escándalo y también enfrentarían multas en Canadá.
Tras el polémico viaje de varios influencers canadienses a Cancún, en el cual se la pasaron de fiesta en el avión sin cubrebocas e ignorando la sana distancia, las consecuencias ya llegaron. Después de que el gobierno de Canadá expresó su indignación por las imágenes, ahora se han sumado las empresas en las cuales varios de ellos trabajaban. “Trabajaban” porque ya los cacharon y han empezado los despidos.
Se quedaron sin chamba
Canadá ha sido uno de los países con protocolos muy estrictos durante la pandemia de covid-19; por ello, las imágenes de los influencers en el avión rumbo a Cancún desataron la polémica en el país. Cabe recordar que, después del descontrolado viaje, varios de los influencers dieron positivo a covid-19 y prácticamente todas las aerolíneas se negaron a regresarlos a Canadá. Por ello, algunos influencers se quedaron varados en Cancún. En el video, que provocó un escándalo a nivel mundial, los influencers no traían cubrebocas, no guardaron la famosa sana distancia y hasta fumaron mientras bailaban.
A través de redes sociales, las empresas comenzaron el rastreo de los influencers involucrados y han iniciado los despidos. Como era de esperarse, las marcas no quieren tener relación alguna con personas que no cumplen con los protocolos dentro de la pandemia. Yves Poirier, periodista que sale en un famoso canal de televisión en Montreal, confirmó que Frédérique Dumas-Joyal, la mujer que apareció en las fiestas cubriéndose la boca con una tanga, ya fue despedida de su empresa: la AMF (Autorité des marchés financiers). La AMF es una organización encargada de las regulaciones financieras en la provincia de Quebec.
Otro de los fiesteros que pagó las consecuencias es el corredor de bienes raíces, Karl Bernard. El hombre fue despedido por la empresa Sutton Quebec. De hecho, a partir del escándalo de los influencers en Cancún, Dumas-Joyal borró el video de la tanga roja, mientras que Bernard dio de baja su cuenta de Facebook. A pesar de que la agencia que organizó el viaje argumenta que los influencers respetaron las reglas en todo momento, la aerolínea Sunwing de inmediato puso una queja ante el gobierno de Canadá. Las multas podrían alcanzar hasta los 5 mil dólares canadienses, aproximadamente 80 mil pesos mexicanos.
El viaje fue organizado por James Awad, el fundador del 111 Private Club. De hecho, en declaraciones que generaron mucha controversia en Canadá, Awad dijo que la fiesta solo se armó durante los primeros minutos del vuelo y que el relajo había sido provocado por el 8 por ciento de los viajeros. Hace unos días, el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, lanzó un mensaje contundente sobre la situación. “Son unos idiotas. Esto es una bofetada en la cara para millones de personas que han seguido los protocolos. Como todos los canadienses que han visto los videos, estoy muy frustrado. Poner en riesgo a tantas personas es irresponsable”.
Con información de Cultura Colectiva