La Masacre del Jueves de Corpus Christi, también conocida como El Halconazo, fue un evento que ocurrió el 10 de junio de 1971, cuando una manifestación estudiantil en apoyo de los estudiantes de la ciudad de Monterrey fue reprimida por un grupo paramilitar.
El saldo oficial fue de 120 estudiantes muertos personas de entre 14 y 22 años. Debido a la masacre, a los pocos días renunciaron tanto el jefe del Departamento del Distrito Federal, Alfonso Martínez Domínguez, como el Jefe de la Policía Rogelio Flores.
La simulación de democratización y El Halconazo
Al inicio de su mandato el presidente Luis Echeverría había asegurado que habría una reforma de democratización al interior del país. Debido a ello, permitió el regreso de líderes del movimiento estudiantil del 68 y liberó a presos políticos. Inmediatamente las protestas contra el gobierno se reanudaron, encontrando un motivo en un conflicto dentro de la Universidad Autónoma de Nuevo León. En 1970 una nueva ley orgánica propuso un gobierno paritario, para febrero de 1971 Hector Ulises Leal se convirtió en rector bajo la misma.
Para contrarrestar la elección, el gobierno estatal redujo el presupuesto de la institución, solicitando al Consejo Universitario que aprobara una ley que anulara la autonomía universitaria. Inmediatamente estalló una huelga estudiantil que contó con el apoyo de las dos casas de estudio más importantes del país, la UNAM y el IPN. Ambas universidades convocaron a una marcha de solidaridad en la Ciudad de México el 10 de junio.
La marcha partió del Casco de Santo Tomás, desde donde avanzaría por la avenida México-Tacuba con dirección al Palacio Nacional. Sin embargo, un bloque o de policías y granaderos intervino la Avenida de los Maestros, cercando el paso de los estudiantes. En las avenidas San Cosme y Melchor Ocampo llegaron tanques y camiones que transportaban contingente policiaco.
El ataque
Por otra parte, llegó un grupo paramilitar conocido como los Halcones vestidos con ropas de civil en camiones de color gris. En cuanto descendieron, los Halcones se dirigieron a los manifestantes con consignas a favor de movimientos de izquierda, lo cual creó confusión. La mayoría iban armados con palos de kendo, bats y varas bambú, con las cuales comenzaron a golpear los estudiantes. Al estar acorralados, los jóvenes comenzaron a defenderse. En un segundo ataque, los Halcones comenzaron a disparar a los estudiantes con armas de grueso calibre. Por su parte, la policía no intervino y permitió que sucediera la masacre del Halconazo.
El tiroteo duró varios minutos, en los cuales los alumnos se dispersaron, ocultándose en la Escuela Normal Superior, casas particulares o huyendo de las inmediaciones. Durante el Halconazo, los paramilitares recibieron suministro de armas a través de autos particulares, patrullas policiacas e incluso ambulancias. Los heridos fueron llevados al Hospital Rubén Leñero, donde fueron rematados.
El Halconazo, un caso de impunidad
El presidente Luis Echeverría, quien había estado involucrado en la masacre de Tlatelolco, se deslindó del atentado y anunció una investigación para castigar a los culpables. Inicialmente el Regente del Distrito Federal negó la participación de Halcones. Los mandos policiacos acusaron a los propios estudiantes de haber formado una facción extremista que entró en conflicto con el movimiento.
Gracias al material periodístico, una semana después Manuel Díaz Escobar, subdirector de Servicios Generales del Departamento del Distrito Federal, confesó el conocimiento de las autoridades de la participación de Halcones. Finalmente, el regente Alfonso Martínez entregó su renuncia el 15 de junio, acusando al gobierno federal de provocar el Halconazo para deshacerse de él. A partir de entonces, el movimiento estudiantil tomó dos nuevos rostros, uno radical y otro poco comprometido. Entre las nuevas demandas se encontraban las siguientes:
- Democratización de la educación.
- Control del presupuesto universitario por parte de alumnos y profesores. Este debía ser del 12% del PIB.
- Libertad política.
- Democratización del gobierno.
- Respeto a la diversidad cultural de México.
¿Quiénes eran los Halcones?
Los Halcones fue un grupo paramilitar creado a finales de la década de 1960 y dirigido por Manuel Díaz Escobar. De acuerdo con algunas teorías, la creación de este cuerpo fue orden directa del presidente Luis Echeverría, aunque se desconoce si fue durante su gestión, o cuando fungía como titular de la Secretaría de Gobernación en la administración de Gustavo Díaz Ordaz.
De acuerdo a J. B. Kubisch, jefe de una misión en la Embajada de Estados Unidos en México. Los Halcones «era un grupo represivo oficialmente financiado, organizado, entrenado y armado, cuyo propósito principal desde su fundación en septiembre de 1968 ha sido el control de los estudiantes de izquierda y antigobierno.» De acuerdo a Kubisch, la existencia del grupo de choque era claramente conocido en los distintos niveles de gobierno.
Perfil
Según el Buró de Inteligencia de e Investigación del Departamento de Estado de Estados Unidos, los Halcones era reclutados por integrantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), quienes buscaban un ascenso en la estructura partidaria y gubernamental. El perfil de los Halcones era gente resentida, proveniente de sectores de escasos recursos y capaces de realizar actos criminales por dinero. También se pedía que tuvieran buena condición física, habilidad en las artes marciales, nulos remordimientos y conocimientos de armas.
Por su parte, los líderes de los Halcones fueron entrenados en Estados Unidos, con la intención de crear un grupo antidisturbios y de control de masas. Aunque la embajada realizó algunos señalamientos sobre el riesgo del grupo, el 8 de marzo de 1971 un grupo de cinco líderes viajó a Washington para ser capacitados por la CIA. Otro países de entrenamiento fueron Francia, Inglaterra y Japón.
Tácticas de los Halcones
Entre las principales técnicas de infiltración se encontraba contar con credenciales de estudiantes de nivel medio superior y superior. También se infiltraban en las manifestaciones para realizar actos vandálicos que posteriormente fueran condenados por la sociedad. Con ello, los reclamos de represión física por parte del gobierno no generaban descontento social.
Actividades
- Asalto a la Vocacional número 7 en 1968.
- 1970: asaltos a preparatorias.
- 1971: asalto a las preparatorias populares Tacuba y Liverpool.
- 4 de noviembre de 1970: represión de marcha estudiantil con sables de bambú. La manifestación buscaba la reinserción de 120 obreros textiles u celebraba la victoria de Salvador Allende en Chile. Poco tiempo después Luis Echeverría simuló amistad con el presidente sudamericano.
Debido al material gráfico que involucraba a los Halcones con la masacre, la célula fue disuelta el 11 de junio de 1971. La embajada estadounidense pidió discreción sobre el entrenamiento. Los integrantes del grupo paramilitar fueron liquidados y se borró su registro. Sin embargo, debido a la falta de ingresos comenzaron a realizar actos delictivos. Cuando fueron detenidos, varios de ellos confesaron su participación en el Halconazo. Díaz Escobar logró un puesto como agregado militar en Chile, mientras que el regente continuó una próspera vida política, destacando como gobernador de Nuevo León.
