Elgida Gil Álvarez, Crítica de arte

Este joven artista cubano (La Habana, 1973) descubrió su vocación tras haber explorado distintos caminos en la búsqueda de su realización profesional. En este largo proceso, el azar, la suerte lo llevó a lo que él, quizá de manera inconsciente, sabía hacer mejor desde su no tan lejana infancia: expresarse por medio de las
artes visuales.

Acaso sin grandes esperanzas, ingresó a la Academia Nacional de Bellas Artes de San Alejandro y, después de un par de años de estudio, halló lo que en verdad buscaba, su don verdadero. A fines de la pasada centuria se graduó en la especialidad de Pintura y el camino de la vida, caprichoso a veces, le deparó la paternidad casi de manera inmediata, siendo el nacimiento de su primogénito la fuerte razón inspiradora de su quehacer artístico, in fluido también por su fe de raíz cristiana.

De su paleta emergen imágenes de familia, de ángeles y madonas, de infantes de tierna mirada así como múltiples temas de origen bíblico que se plasman en desfiles de personajes cabalgantes a veces, de imágenes que nos ofrecen un armonioso juego cromático de tonos cálidos, con los rojos, los sienas y los amarillos que aparecen con frecuencia en sus óleos y acrílicos sobre lienzos, con dominio en el uso del color y reflejo adecuado de la luz en el feliz uso del blanco, apoyado también en el logro de oportunas texturas.

Su obra posee gran carga mística, aunque aclara que su discurso plástico no está dirigido sólo a personas de su credo, aunque trata de motivar reflexiones en torno a la existencia de Dios y la soledad del hombre en el mundo actual, con una propuesta que escapa del tradicional tratamiento de la imagen religiosa.

En este momento, en la obra de Reynel Reynaldo, quien se tiene por deudor plástico de Picasso y Wifredo Lam, se puede apreciar la influencia del cubismo del ilustre malagueño. Empero, él asegura no estar identificado por completo con ninguna línea
o tendencia artística. En los tiempos convulsos que transcurren, en los que está amenazada la conservación de la especie humana, resulta lógico que este sensible artista haga a su manera, con sus colores, un urgente llamado que nos
inquiete y que nos motive a tener ideas sobre Dios y el consuelo que él aporta a la humanidad. Reynel Reynaldo Velázquez ha participado en diversas muestras colectivas en Cuba y ha realizado tres exposiciones personales en Estados Unidos. Algunas de sus obras forman parte de colecciones privadas en Cuba, Estados Unidos, Reino Unido y España. Hasta hace poco, se desempeñó cómo profesor de pintura en la Academia Provincial de Artes Plásticas

Eduardo Abela, de San Antonio de los Baños. En la actualidad, trabaja en su obra, parte de la cual presentará en Cancún en los primeros meses de 2018.

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