Manuel Aguilar Ortega
Ex secretario de Salud de Quintana Roo
Excatedrático de la Universidad de Quintana Roo

La terrible epidemia del coronavirus ha hecho evidentes fortalezas y debilidades de los países y en especial de sus sistemas de salud; de igual manera, ha mostrado  virtudes y defectos de sus sociedades, de su cultura y de la calidad de sus líderes políticos. La mayoría de las naciones fueron rebasada por el Covid 19 y, sobra acotar, muchas muertes pudieron ser evitadas si los sistemas sanitarios hubieran estado mejor preparados.

México, por fortuna, inició su preparación, algunas semanas después del primer caso registrado en China, y eso nos permitió ver con ojo clínico lo que ocurría en el mundo y las medidas que se tomaban para contener y mitigar la pandemia.

Ello nos permitió descubrir o, mejor, reconocer la debilidad acumulada de nuestro sistema de salud a lo largo de los años y los escasos recursos humanos y de insumos de que disponíamos para enfrentar la crisis. Esta fragilidad tiene muchas casusas, pero la principal es la corrupción y por ella, por desgracia, entre los decesos se cuentan médicos y enfermeras tanto en México como aquí en Quintana Roo.

Esto nos lleva a meditar sobre lo que sucede en México. Desde mi punto de vista, es notoria la falta o el poco compromiso de la mayoría de los líderes políticos y de los partidos para con nuestro país, al dedicarse a cuidar sus propios intereses y ello ocurre tanto en el ámbito federal como en los estadios estatales y municipales.

No he visto, en verdad, la propuesta de un gran pacto nacional, de una tregua política en la que los recursos financieros y técnicos se dediquen a superar esta crisis sanitaria y económica, que se canalicen a la ciencia y la tecnología. He visto poca estatura política; veo a los líderes de los partidos tratando de capitalizar los yerros del gobierno, pero sin aportar algo provechoso, sin comprometerse con la causa social.

Desde otro aspecto de la pandemia, como ciudadanos debemos ser autocríticos, observar nuestra conducta y con toda honestidad responder si hemos cumplido con la adopción de las medidas de prevención que de modo constante nos piden seguir, si hemos sido capases de formar lazos solidarios para con los otros, con el otro.

En lo que partidos y sus líderes y aun la gran mayoría de los gobernantes logran un pacto social, si es que se llega a dar, es crucial que, como sociedad, asumamos nuestra responsabilidad frente a esta pandemia. En nuestras manos está evitar que se extienda y haya más muertes y seguir las medidas de prevención… Ya habrá tiempo para calificar, descalificar y castigar a políticos y partidos políticos.

Son tiempos de sumar y quedarse en casa

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