La canoa prehispánica fue hallada en la cueva de un cenote, durante trabajos relacionados con el Tren Maya, confirmó el INAH.

Una canoa prehispánica, completa y bien conservada, fue hallada durante tareas relacionadas con la construcción del Tren Maya, confirmó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

El hallazgo se realizó durante la prospección del Tramo IV del Tren Maya, que va de Izamal, Yucatán, a Cancún, Quintana Roo. En el área de amortiguamiento de la vía se identificó un sitio denominado San Andrés, que alberga un cenote, un pozo y una rejoyada.

Helena Barba Meinecke, responsable de la Oficina Península de Yucatán de la Subdirección de Arqueología Subacuática (SAS) del INAH, explicó que el descubrimiento de la canoa prehispánica ocurrió mientras el equipo arqueológico se encontraba dentro del cenote.

Noté que cinco metros debajo del nivel actual del agua había una impronta oscura en la pared de piedra, la cual tenía entre 60 a 90 centímetros, e indicaba el antiguo nivel del agua.

A la altura de esa marca había una cueva, en su interior había algo parecido a un tronco de madera, pero luego de inspeccionarlo, los arqueólogos vieron que tenía una cubierta sin bordas, lo que hizo evidente que se trataba de una canoa prehispánica tipo plataforma.

En un comunicado, el INAH detalló que la canoa prehispánica tiene 1.60 metros de eslora (largo), 80 centímetros de manga (ancho) y 40 centímetros de puntal (alto). La embarcación pudo utilizarse para extraer agua del cenote o para el depósito de ofrendas durante rituales que hacían los mayas.

“La relevancia radica en que es que es la primera canoa de este tipo que se encuentra completa y tan bien conservada en el área maya, habiendo también fragmentos de estas embarcaciones y remos en Quintana Roo, Guatemala y Belice”, expuso el instituto.

El hallazgo, hecho como parte de las obras del Tren Maya, fue asociado con el sitio de San Andrés, periférico a Chichén Itzá, cuya temporalidad está vinculada al periodo Clásico Terminal (830-950 d.C.).

En noviembre se realizarán nuevos estudios a la canoa prehispánica, a fin de precisar de qué árbol está hecha y su antigüedad mediante dendrocronología, análisis que contará con el apoyo de la Universidad La Sorbona, de París .

Una osamenta y vasijas fueron halladas por trabajos del Tren Maya

Además de la canoa prehispánica, en el pozo-cenote de San Andrés se localizó, a 50 metros de profundidad, una osamenta humana, cerámica y una pintura mural en su área de acceso.

Mientras que en las paredes de la rejoyada los investigadores hallaron una pintura mural formada por manos pintadas sobre el techo de roca, un incensario completo tipo Cumtun Compuesto, correspondiente al periodo Posclásico Tardío (1200-1500 d. C.), una roca-estela, un cuchillo ritual y más de 40 vasijas ‘matadas’ que fueron rotas de manera intencional cuando se colocaron en el sitio.

Todos los elementos cerámicos y óseos descubiertos hasta el momento han sido registrados y fueron trasladados al campamento arqueológico de la Zona Arqueológica de Chichén Itzá, para su resguardo.

El sitio arqueológico de San Andrés quedó bajo la protección del INAH tanto en su parte terrestre como en la subacuática, ya que los investigadores también notaron evidencias de saqueos en el cenote.

con información de azteca noticias

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