El paradigma del arte hoy es la formación, afirma Saúl Pereyra (Puebla, 1988), artista visual que apuesta por la educación y por entender que ésta no depende de una ciudad o un país, sino que es global como el arte y, por tanto, necesita conocer otros idiomas, países y artistas.   

Para abonar en la formación, el artista formado en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, aquí en México, con un máster en la Escuela Superior de Artes Visuales, la Hochshule für Bildene Kunst, de la ciudad de Braunschweig, en Alemania, impulsa el proyecto Saúl Pereyra Atelier. 

“Es un proyecto hibrido, extraño, poco convencional en el que estoy tratando de meter lo que puedo ofrecer como artista, para sembrar un mejor futuro para artistas y sociedad, pues el arte es necesario”, define durante una entrevista que puede ser vista en las redes sociales de este diario.  

Acota que el proyecto trabaja en consolidar un espacio especializado en Puebla para el arte contemporáneo desde una propuesta joven, independiente, colectiva y vigorosa interesada en el futuro del arte contemporáneo en el estado y en el país. Asimismo, busca potenciar las practicas que se generan en la localidad pues está convencido que esto “generará que en un futuro seamos un centro de atracción y no de migración”. 

Recuerda que, precisamente su formación, comenzó en el Working Classroom Org., un programa estadunidense que forma a jóvenes artistas que inician en el arte y buscan una carrera profesional, de la cual fue parte a través del Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla, que le permitió viajar a Estados Unidos y trabajar al lado de la reconocida artista Yolanda Gutiérrez, quien le recomendó para estudiar en La Esmeralda. “Tomé su consejo muy en serio y llegue a la Ciudad de México, presenté el examen al que aplican de cuatro mil a seis mil personas, para un cupo de 80 plazas. Tuve la oportunidad, casi a los 20 años, de quedar seleccionado en el grupo de artistas”, rememora. 

Pereyra narra que casi inmediatamente supo que había la oportunidad de conocer y trabajar en Berlín, concebida como la “capital de las artes”, por medio de una beca que se abrió para dos artistas de su generación. Entusiasmado, concursó por una de las plazas en su quinto semestre, allá por 2012. En ese año, además, recibió el primer premio del extinto Encuentro estatal de arte contemporáneo de Puebla así como el galardón para representar a México en el Encuentro internacional de Arte y Derechos Humanos llevado a cabo en Argelia, apoyado por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y del entonces Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, a la par de que fue designado como becario del Programa de Estímulos a la Creación y Desarrollo Artístico, el PECDA, con el proyecto Salirse del huacal. 

Ganador de la beca de residencia en Alemania para estudiar en la Hochshule für Bildene Kunst, con el apoyo del INBA, La Esmeralda y el gobierno federal. Tras siete años de permanecer allá decidió regresar a Puebla por cuestiones personales. Fue en verano de 2019 cuando recibió la beca jóvenes creadores del entonces Fondo Nacional para la Cultura y las Artes por su proyecto La sustancia de la sombra, además de que decidió ingresar a la maestría en Artes de la Facultad de Artes y Diseño (FAD) de la UNAM desarrollando obras y metodologías de producción. 

“En Alemania se produce bastante, pero los que reflexionan son críticos y curadores. En México, sí hay la figura del curador pero tampoco abundan”, dice y acota que es en ese renglón donde entró en práctica pues para la exposición Configuraciones desde el habitar y lo corpóreo: interpolaridad de prácticas, echó mano de su experiencia como profesor proponiendo un taller para abrir vínculos de reflexión y fueran los artistas los que reflexionaran con sus pares, eligieran sus piezas y las compartieran en una exposición colectiva. En su caso, incursionó en ese dialogo como curador, un papel generado desde la independencia.  

En ese sentido, Saúl Pereyra considera que en el arte el principal paradigma debería ser la educación de los artistas. Distingue que si bien otras instituciones cuestionan sus sistemas de estudios es diferente a lo que sucede en las universidades que hay en Puebla. “Si las ´mejores universidades´ se hacen estos planteamientos sería importante que las locales se plantearan objetivos, que tuvieran esa noción de querer modificar sus planes de estudio”. 

Afirma que lo que hace falta en Puebla es que artistas se cuestionen sus objetivos a futuro para involucrarse en espacios políticos, formativos y de difusión. No obstante, indica que existen varios elementos por sortear; de inicio, que la información proveniente de instituciones a nivel global viene en lenguas distintas al español que provocan que tarde su traducción, algo que abona al rezago formativo de los artistas.

Asimismo, que las exposiciones y las propuestas más recientes de los artistas vigentes a nivel mundial se exhiben en las grandes urbes, a la par de que sus museos e instituciones tienen las colecciones de arte contemporáneo y moderno más completas de las cuales a este lado del mundo solo llegan en imágenes. 

Destaca que en el marco de la exposición Configuraciones desde el habitar y lo corpóreo: interpolaridad de prácticas, se hará el ciclo Conversatorios, plenaria abierta que serán del 13 al 27 de agosto de 18 a 19 horas con los artistas que conforman la exposición. Para saber más se puede visitar el sitio https://www.facebook.com/SaulPereyraAtelier 

Con información de lajornadadeoriente

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